El espectador de una ciudad

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Cementerio Patrimonial de Guayaquil

En las entrañas de Guayaquil, Ubicado al pie del cerro San Lázaro, yace el Cementerio Patrimonial, testigo silente del devenir de la ciudad desde su fundación en 1823, se erige como una sinfonía de historia, arte y nostalgia.

Con cada lápida, bóveda y mausoleo, el cementerio cuenta cuentos que datan de épocas antiguas, como tratándose de logros y tragedias de personajes comunes y otros más ilustres. Las esculturas, talladas con maestría, se alzan como guardianes olvidados, inmortalizando momentos de grandeza y desesperación. Desde ángeles que susurran secretos al viento, o que acompañan con sus ojos de mirada eterna, cada escultura en este camposanto es una ventana al pasado, una conexión tangible con los eventos que forjaron la identidad de Guayaquil.

Los mausoleos, auténticas joyas arquitectónicas, revelan la influencia europea que permea el camposanto. Columnas que sostienen relieves detallados, mientras que intrincadas filigranas adornan puertas de hierro o bronce. Es un recordatorio de la riqueza cultural de esta tierra y de la influencia extranjera que marcó su devenir, impregnando el cementerio con un aire de solemnidad y elegancia que aún perdura.

A pesar de su carácter estático, se erige como el gran observador de Guayaquil. Como un espectador paciente, ha presenciado los altibajos de la ciudad a lo largo de los años. Ha sido testigo del auge y la caída, de la alegría de la independencia y el lamento de las guerras. En sus callejones, se reflejan los ecos de risas y lágrimas que han resonado a lo largo de la historia de la ciudad.

Como un espectador inmutable, el Cementerio Patrimonial sufre en silencio las penas de aquellos que encuentran en él su último refugio. Se alegra con la visita de aquellos que, en un acto de amor y respeto, honran a sus seres queridos. Y, entre sus piedras y paredes yacen historias que aún lloran por ser contadas, esperando ser sacadas del olvido.

Rinde homenaje a la grandeza del pasado, y se erige como un faro de la memoria de una ciudad que lucha por ser cada día mejor, convertido en un testigo eterno, mirando desde las sombras de su serenidad, un espectador fiel de una ciudad que continúa su danza perpetua entre la vida y la muerte.

Si deseas ver mas fotos del cementerio, visita la galería haciendo clic Aquí

Si te interesa conocerlo. La Junta de Beneficencia de Guayaquil cuenta con guías de turismo, que te guiarán y contarán todo lo que desees conocer del cementerio. 

Otro dato: La Empresa Municipal de Turismo tiene una publicación bien completa llamada: "GUÍA DE LA ETERNIDAD". muy interesante de leer antes de realizar la visita.

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Un agradecimiento muy especiales a la Junta de Beneficencia de Guayaquil y su personal, que abrió las puertas del cementerio a todos fotógrafos durante los meses de marzo y abril de 2023, con motivo del 200 aniversario de la fundación del Cementerio, y me permitió encontrarme con este inmenso museo a cielo abierto.

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